Reflejos.

Y van tres... Tres sábados seguidos en que amanece triste, nublado y con lluvia. Y para colmo, el viernes y el domingo, despejado y con buen día. ¿ Es que alguien la ha tomado con nosotros?

Así, y pese al cielo salimos con la intención de hacer alguna foto, Y fuen en el pantano de Rioseco donde, aprovechando la escasa luz, hicimos los reflejos que había sobre el agua. De ahí nos encaminamos al pueblo de Prieres que nos sorprendió gratamente por el buen estado de sus casas y los motivos rurales que en él había. Enpezó a llover y tuvimos que guardar nuestras cámaras.

 

Luanco.

Otro sábado tiste, nublado y con abundante lluvia.  Con esta perspectiva, alguien pensó en que en el único sitio donde podíamos hacer fotos sin mojarnos era en el Museo Marítimo de Asturias.

Instalado en un magnífico edificio, al lado del Ayuntamiento de Luanco (Gozón), nos sorprendió por el abundante y extraordinario contenido. Sus reproducciones e incluso los originales que contiene, forman un museo que no envidia a  ninguno. Después de pedir permiso nos dedicamos a hacer las fotos que nos interesaban. Al terminar, no llovía y acabamos en el puerto de Luanco.

Meré.

El cielo estaba plomizo amenazando lluvia. Así todo salimos a satisfacer  nuestra afición fotográfica camino de Meré, un pueblo del Concejo de Llanes en el que, según teníamos leído, había un molino de agua en plena producción.

Efectivamente, allí estaba formando parte de un complejo rural. El lugar era ideal para estar solo contemplando la Naturaleza. El molinero, muy amable, nos dio todas las explicaciones que quisimos sobre el origen y funcionamiento del molino así como todas las facilidades para hacer las fotos. Fuera llovía.