De playas.

De playas, en busca de esas rocas emergentes del mar que tanto abundan en nuestras costas y que la erosión de las olas a través de los siglos les has dado unas formas variadas, fue nuestro objetivo fotográfico de este sábado de octubre.

Primero fue la Playa del Silencio (verdadero estudio geológico) cuyos acantilados, llenos de rocas de colores, son una verdadera delicia fotográfica.

Después fue la Playa de Campiecho la que nos proporcionó los motivos necesarios para dar satisfacción a nuestra afición.

Acabamos en la Playa de Portizuelo cuyas rocas erosionadas por las olas tienen formas caprichosas muy fotografiables.

La Madrera.

En el Concejo de Villaviciosa hay una aldea que se llama La Madrera, a la que se llega tomado la AS 255, que va a Infiesto, y desviándose hacia Llugas.

Situada en la vertiente Sur de la montaña, tiene unos lugares parecidos a miradores, desde donde se pueden contemplar extraordinarios paisajes con todos los tonos verdes imaginables, solo rotos por los coloridos de los caseríos.

De regreso, fimos parando en los lugares por los que pasamos, en especial en Llugas, donde su iglesia románica sigue cerrada, pero… hay mucho fotografiable.

Acabamos en la ría de Villaviciosa. 

Aguilar.

La playa de Aguilar, en Muros de Nalón del concejo de Cudillero, en un principio, fue nuestro objetivo fotográfico.

Cuando llegamos el tiempo era soleado, la marea estaba baja y la arena limpia, ideal para hacer las primeras fotos. Nuestra idea era que después de éstas fotos fuéramos recorriendo la costa en busca de otras. Pero…

A medida que discurría la mañana, el cielo se fue cubriendo, las nubes fueron tapando el sol, la niebla hizo acto de presencia acompañada de una ligera llovizna y nos obligó a guardar el material fotográfico. No pudimos hacer más. En parte, se cumplió nuestro deseo.

El resultado lo vemos en las fotos que tenemos a continuación.