Avilés-Cudillero.

Amaneció lloviendo. Así todo, salimos, pero… ¿Dónde vamos? “Parece que por la costa va a estar mejor”, dijo alguien. Y así fue.

Basándonos es esa opinión nos dirigimos hacia el puerto de Avilés donde, siempre, es un buen lugar para la inspiración fotográfica.

De aquí, por la costa, fuimos a Cudillero, lugar donde encontramos temas fotográficos.

Noceda.

Desde Grado, por la AS-311, fuimos unos cuantos km para desviarnos por la GR-5. Después de muchas curvas, a derecha e izquierda, subida y bajadas, llegamos a Noceda objetivo de nuestra salida.

Habíamos leído que era un pueblo de un solo habitante fijo y era cierto ya que solo vimos a tres, dos de los cuales solo iban algún fin de semana, mientras que el tercero era el que tenía la residencia en el lugar.

Encontramos hórreos en buen estado con grabados incluidos y al volver, el río Cubia, antes de Grado, nos ofreció alguna foto.

Carangas.

En el Concejo de Ponga, uno de los más accidentados de Asturias, encontramos aldeas en las que la carretera termina en ella. Carangas es una de ellas.

Con una altitud de más de 753 m, se accede a ella desde la carreta que nos lleva a Beleño, a orillas del río Ponga. Son 4 Km. de subida y una vez arriba, la vista es hermosa, pero…según los escritos nos íbamos a encontrar con un  estrecho cañón que desciende desde el pueblo hasta el río Ponga muy apto para la práctica del barranquismo. No tenía agua.

Menos mal que teníamos al Río Ponga que nos esperaba con sus rompientes.