Cuando salimos llovía, estaba cubierto y gris,
tronaba. Decidimos ir a Avilés (último recurso en días malos). Llegamos y
seguía oscuro y lloviendo. Con esta expectativa, tomamos café y acordamos
volver a Gijón, a casa.
Pero… he aquí que cada vez que estábamos más cerca de
Gijón, el cielo se iba abriendo, la lluvia cada vez era menor, hasta que
terminó parando del todo. Así que aprovechamos la salida y terminamos en
la Playa de La Ñora, cuyas rocas de cantos rodados, la hacen única. Le hicimos
las fotos correspondientes y nuestra afición quedó satisfecha. En ella
desemboca el arroyo Ñora (hoy con abundante agua) que limita a los
concejos de Gijón y Villaviciosa. Es característica la peña que tiene en medio
conocida como Peña el Romero y que, en marea baja, casi se une con tierra.