De playas, en busca de esas rocas emergentes del mar
que tanto abundan en nuestras costas y que la erosión de las olas a través de
los siglos les has dado unas formas variadas, fue nuestro objetivo fotográfico
de este sábado de octubre.
Primero fue la Playa del Silencio (verdadero estudio
geológico) cuyos acantilados, llenos de rocas de colores, son una verdadera
delicia fotográfica.
Después fue la Playa de Campiecho la que nos
proporcionó los motivos necesarios para dar satisfacción a nuestra afición.
Acabamos en la Playa de Portizuelo cuyas rocas
erosionadas por las olas tienen formas caprichosas muy fotografiables.