Este reportage trata de ser un homenaje a esas viejas cámaras de fotos que, a principios de siglo pasado, nos deleitaron con un recuerdo fotográfico en plazas, romerías y jardines. En El Sardinero (Santander) me encontré, en el verano de 2010, con una de estas cámaras que todavía hoy siguen en activo gracias al tesón de su dueño y viejo fotógrafo. GRACIAS.
jueves, 7 de octubre de 2010
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