Se encuentra en el concejo de Cudillero. Por la autovía tomamos la salida a Novellana y, después de unos 2 kilómetros por la carretera vieja, llegamos a Castañeras. Aquí fuimos por una pequeña y mala carretera hasta las proximidades de la playa donde dejamos el coche. Andando descendimos, primero por un mal camino y después por una larga escalera hasta la playa.
Se trata de una pequeña playa (unos 500 m. de longitud en marea baja) protegida por un impresionante acantilado de 30 a 40 m. de altura.
En ella solo se oye el ruido, casi sonrisa, de los cantos redondeados que nos anuncian que son mecidos por las olas. Unas salientes rocas, que emergen del agua, son como una pincelada más de esta inigualable belleza.
Pero lo que fueron buscando los fotógrafos (en esta ocasión 4 y con buen tiempo) era las vetas de variadas formas y colores que podemos ver en el acantilado. Cumplido el objetivo, y con paciencia, subimos los 114 escalones, para reponer fuerzas con sidra y un pincho de tortilla en casa Zoilo en Muros del Nalón.
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