Salimos de Gijón lloviendo (nada
nuevo para un sábado) y sin rumbo definido dado que el cielo y la lluvia no
invitaban a la fotografía. Fuimos hacia el Occidente a ver si la borrasca,
procedente de Galicia, pasaba y dejaba el cielo limpio.
Paró de llover y, aunque oscuro,
dejaba hacer fotos. Al pasar por el indicador que nos anunciaba la Playa de
Castello, en el concejo de El Franco, nos dirigimos a ella para fotografiarla.
Es una playa que está en una pequeña
ensenada formada por piedras de todos los tamaños y grandes acantilados con
rocas de varios colores. Cerca de ella, en el mar, sobresalen interesantes
rocas con diversas formas. Después de bajar (y subir) los 73 peldaños que hay
desde la parte superior a la playa, hicimos varias fotos.
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