viernes, 5 de febrero de 2010

Concursos de fotografía, ¡sálvese quien pueda...!

Mario Ximénez





¡Ay! los concursos de fotografía, cuánta polémica levantan y a que pocos deja contentos, y éstos por norma suelen coincidir con los que ganan. En otro ataque de pensamiento profundo me ha dado por analizarlos un poco más a fondo, pero sin pasarme. Os dejo algunas bocetos de estos pensamientos, luego que cada cual llegue a sus conclusiones. Aunque primero una advertencia:
Los personajes y situaciones descritos a continuación, son totalmente ficticios y producto, únicamente, de una imaginación desmesurada y calenturienta. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Los participantes

Todo el mundo que se presenta a un concurso lo hace con afán de ganarlo, no seamos hipócritas.
- No, no, si yo ya sé que no voy a ganarlo, sólo lo hago por participar.-
Y una leche. Por participar se presenta uno a la carrera popular de su barrio, no a un concurso de fotografía. Todos lo hacemos porque en el fondo, aunque sea muy en el fondo, tenemos una pequeña esperanza de ganarlo. ¿A que no compras un décimo de la lotería sólo por participar? Pues eso.
Tipos de participantes:
  • El pardillo: es el que se presenta por si suena la flauta, solemos ser aficionados del montón con mucha ilusión.
  • El pardillo con posibilidades: es igual que el anterior, pero la calidad estética y/o técnica de sus fotos es de las que sorprende a propios y extraños. Un artista con proyección, vamos.
  • El concursista profesional: puede ser gente que vive de la fotografía o no, pero que se presentan a muchos concursos y ganan algunos. Sin entrar a valorar los merecimientos, lo cierto es que estas medallas quedan muy bien en cualquier currículum.
  • El tramposo: puede ser de cualquiera de las clases anteriores, su único afán es ganar a toda costa y es capar de hacer cualquier cosa para conseguirlo: robar fotos, falsear tomas, incumplir las normas.

El jurado

1.- El jurado será el propio público y el premio será otorgado por votación popular, aquel que más votos reciba será el ganador. Dicho de otra forma: aquel que tenga más amigos o que sea más rápido dándole al botón de votar, será el ganador
2.- El jurado estará compuesto por personajes de reconocido prestigio en el entorno del mundo de la fotografía. Osea, yo, porque para eso se me ha ocurrido la idea; mi cuñada, porque hace unas fotos estupendas en los cumpleaños; y el Andóbal, porque también vende carretes en el bar, ¡sí ahí!, al lado de las pilas de petaca.
3.- El jurado podrá declarar el premio desierto si considera que las obras presentadas no cumplen con un mínimo de calidad. Yo creía que el único estamento oficial que puede declarar algo desierto es el Alto Comisionado para el Medio Ambiente de la ONU. Si las obras presentadas no cumplen un mínimo de calidad (¡¿calidad, en qué sentido?!), pues habrá que elegir a la menos mala ¿no?, a no ser que se presente una gaviota en vuelo a un concurso de macrofotografía, entonces le daría la razón al jurado.


Asteroide B 612 de brunoat

Las bases

4.- Las obras serán enviadas impresas a tamaño 50 × 80 centímetros, en papel fotográfico brillo de 180 gr y montadas en superficie rígida de aluminio con un paspartú de cinco centímetros de ancho y con los bordes dorados. El coste del envío irá por cuenta del autor. La organización no se hace responsable de los daños que puedan sufrir las obras durante el traslado o la manipulación de las mismas. Bienvenidos a la era digital.
5.- El autor cede todos los derechos de las obras presentadas a la organización del concurso, quien podrá usarlas para promoción del mismo o para cualquier otro fin. Estoooo, disculpeme una cosita… ¿me ha visto usted cara de tonto, o algo?
6.- El premio está dotado de chorrocientosmil euros, que el ganador o ganadores deberán gastar íntegramente en productos de la marca patrocinadora y en la tienda del otro patrocinador. Si es una marca o tienda de fotografía, pues no debería ser así, pero vale, lo acepto a regañadientes. Lo que espero es que el patrocinador no sea un fabricante de ropa interior femenina.

Los resultados

El momento de la verdad, la suerte está echada. Si hemos ganado, cosa poco probable no porque dude de vuestras cualidades sino por una simple cuestión estadística, estaremos muy felices y nos dará lo mismo lo que haga la organización con la foto, además podremos gastarnos todo el dinero de nuestro premio en ropa interior femenina o material fotográfico, según haya sido el patrocinador.
Pero si hemos perdido, todavía caben varias posibilidades:
  • Que seamos humildes y conformistas: – Va, si yo solo lo hice por participar. La foto que ha ganado se lo merece.
  • Que seamos un poco envidiosillos: – Pues que quieres que te diga, pero esa foto no es tan buena, seguro que ha habido algún trato de favor y es primo de uno de los jueces.
  • Que seamos unos envidiosos rozando la enfermedad: – Vaya un concurso, no me explico como no he ganado yo. A la próxima no me presento. Seguro que el que ha ganado ha hecho trampa, voy a ponerme a investigar un poco a ver…
Para terminar, que no me hagáis mucho caso, que la mayoría de los concursos no son tan crueles y pueden servirnos para obligarnos a trabajar en una temática o técnica concretas y aprender del resto de participantes. Además lo importante es participar, ¿o no?

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